En pleno barranco de Poqueira, Sierra Nevada, Marina Martín cultiva la huerta que su marido dejó al morir; cava, injerta, riega, ordena a su peón, alimenta a las gallinas y recibe a todo aquel que quiere conocerla. Estamos en Pampaneira, hemos llegado sin previo aviso hasta su finca. Al entrar me han llamado la atención las flores; pero también hay nueces, cerezas, caquis, parras, moras, manzanas y hasta frambuesas. A sus ochenta años Marina espera la caída del sol mientras me cuenta que las plantas duermen en invierno y es bueno
hablar con ellas, que
la tierra dice qué sembrar y
cómo el agua enseña. Marina comparte su saber sobre algunas
plantas medicinales y recetas, y el recuerdo de los
animales que llenaban su casa. (Si quieres leer más:
http://medomed.org/es/2011/marina-martin-the-medicals-plants-and-learning-from-the-earth/)
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