viernes, 12 de mayo de 2017

Being one, Gregg Bradem, los cuatro acuerdos y la magia no evidente.

Dicen que lo más importante suele ser invisible a los ojos. Tres de los grandes bestsellers del mundo han pasado por Madrid para hablar del tiempo de cambio rotundo en el cual habitamos y también para proponer herramientas de vida para afrontarlo; herramientas de felicidad. Pero estamos en la capital de un país diferente, único; cuna de emociones. Gregg Bradem, los hermanos Ruiz, Sonia Fernandez Vidal, Sergi Torres o Alicia Sánchez subían al escenario, que pone a prueba y premia. A sus pies cientos de personas demostraban que solo se puede ver cuando se mira más allá de la apariencia, también el poder de la compasión. ¿Motivo? Estábamos en Being One, el anunciado como mayor encuentro espiritual de Europa en mucho tiempo al cual acudirán en los próximos días Robin Sharma, Neale Donald Walsch, Joe Vitale, Mooji o ALex Rovira, cuyos libros están en todo el mundo y en casi todos los hogares. Personas, dicen, capaces de incentivar el cambio hacia otra forma de vida. Sin embargo, en vez de las gradas de Madrid Arena prometidas el evento se realiza en la plaza de toros del pueblo madrileño de Leganés, a veinte kilómetros de Madrid, por problemas con la organización Madrid Destino. En vez de diez mil personas el público se redujo visiblemente. En vez del prometido lujo hacía frío y la lluvia rebotaba sobre el tejado. Pero eso sólo es la apariencia, la realidad ha llegado lejos...Mucho...Como en aquel mítico portal, arropados con mantas, sentados en el suelo, unidos ponentes y público, a los pocos minutos de comenzar los cientos o pocos miles de asistentes se unía en un gran aplauso en torno a Antonio Moll, creador del evento, por el regalo de tener frente a ellos a un soñador capaz de apostar -y tal vez perder- todo por sus sueños. Ni una sola queja alrededor, ni una mala cara pese al frío, ni un solo enfrentamiento. A lo largo de todo el día cientos de personas de todas las edades y condición se han unido como una sola, han escuchado como una sola, han aplaudido como una sola...hasta el final. A cambio, sobre el escenario, los ponentes ofrecían palabras y... hechos.

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