Rodriguez, Sugar Man: Mucho más que un músico y poeta al que dieron por muerto, también la prueba de que hay más, de que hay quien se salva; de que no todo está en venta. Hay hombres y mujeres que son fieles a la vida hasta el final; a sus sueños y sus valores. Su historia, la de Rodriguez, que se ha llevado un Oscar al mejor documental, es la de un músico que ha vivido toda su vida en la miseria pero que no ha dejado su guitarra ni su fe en el ser humano. Mientras se vendían medio millón de discos suyos, él trabajaba en la construcción de los barrios marginales de Detroit y malvivía con sus seis hijos sin saber si podría llegar a fin de mes. Pero mientras él vivía en la miseria sus palabras se convertían en un icono para los soñadores de Sudáfrica que cambiaron su mundo. Rodriguez aparece justo cuando el mundo necesita nuevos referentes en los que creer.
Es curioso que lo descubriera ayer cuando José Luis Sampedro cerraba los ojos. Rescato una de sus frases: Hay que librar la batalla aunque sepas que vas a perder.
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